"Voyeur" es quien disfruta contemplando conductas íntimas o eróticas en otras personas. La palabra proviene del francés que significa "ver" y en español el "voyeur" sería el "mirón".
El "voyeurista" habitualmente observa en secreto a las personas preferiblemente desnudas en sus actos privados como estar tomando un baño, haciendo sus necesidades, durmiendo o en una relación sexual con su pareja. Antes, durante o al terminar la "observación" el "voyeur" suele masturbarse.
Se define como una parafília, que son aquellos comportamientos sexuales recurrentes e intensos que incluyen objetos o actividades poco habituales. Se consideran una alteración o trastorno mental cuando dichas conductas provocan daño a la persona que lo practica o a terceros. En este caso hablamos de perversiones o desviaciones sexuales.
El voyeurista atenta contra el derecho de intimidad y la privacidad de las personas por lo que la sociedad lo castiga como un delito. Pero, no necesariamente todo "voyeurista" viola la intimidad de otro. Se dan muchos casos de hombres a quienes les gusta ver a sus respectivas parejas en actos íntimos, y ellas son mujeres a quienes les gusta "exhibirse" y lo hacen con agrado y disfrute sexual. En el "exhibicionismo femenino" es una característica obtener la satisfacción sexual mediante la exposición de sus partes íntimas o su desnudez.
No debemos confundir el voyeurismo con el deseo de ver sexualmente a la pareja, tanto el hombre como la mujer se excitan mirando tanto como oyendo, tocando, oliendo o saboreando al otro.Hay que destacar que el hecho de que alguien quiera ver a su pareja masturbándose, con su consentimiento, y ambos obtengan placer sexual con ello, no es voyeurismo sino otra manera de hacer el amor.
Algunos autores consideran que ver pornografía es un acto de voyeurísmo, pero sólo si la persona depende únicamente de ello como principal fuente de su placer sexual.
Para el "voyeur" espiar en secreto es fundamental, observa por medio de binoculares, utiliza cámaras ocultas en baños y dormitorios y el temor a ser sorprendidos funciona como parte de la exaltación sexual. La taquicardia, la sudoración y la adrenalina que produce el miedo a ser descubiertos son parte de su "acto" sexual.Es decir que la persona voyeurista suele observar la situación desde lejos, bien mirando por la cerradura de una puerta, o por un resquicio, o utilizando medios técnicos como un espejo, una cámara portátil, etc. La masturbación acompaña, a menudo, al acto voyeurista. El riesgo de ser descubierto actúa, a menudo, como un potenciador de la excitación.
En lo que respecta a los rasgos de personalidad del voyeurista, estos sujetos suelen ser tímidos durante la adolescencia y con cierta dificultad para iniciar o mantener relaciones de pareja. No son sujetos especialmente propensos a poseer rasgos especialmente patológicos.
Varios "voyeur" han canalizado su parafília por medio de Internet, donde son muchos los sitios en que se colocan cámaras supuestamente indiscretas y sobretodo,hay mujeres que actúan como si no se dieran cuenta que las están grabando mientras van al baño, duermen, se masturban o tiene relaciones sexuales. Los "voyeur" sacian así sus fantasías y deseos, "sin infringir" la ley, en donde ambas partes están de acuerdo con las reglas del juego.
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