Desde una perspectiva psicológica, una persona indolente es alguien que no es afectado o no se conmueve ante el dolor ajeno, ya sea de otra persona o hacia la comunidad, en este caso podríamos hablar de indolencia social.
La desesperanza lleva a la resignación y a una aceptación forzada de la penosa realidad en la que se vive, esto podría generar indolencia y poca solidaridad con el entorno, son ideas de ruina en la que todo esta mal y nada puede cambiarse, por lo tanto no vale la pena el esfuerzo.
El indolente es una persona egoísta, que no siente nada frente a calamidades y tragedias es una persona inescrupulosa y superficial, carecen de empatía, no pueden pensar en los demás, se concentran en sí mismos. Suelen no sentir remordimientos, por ejemplo los delincuentes son indolentes con sus víctimas. Los corruptos son insensibles al daño que provocan a los otros.
Entre los indolentes se encuentran, los pasivos, que quieren alcanzar sus propios objetivos sin importar nada ni nadie más se centra en su egoísmo, los fríos y calculadores y los indiferentes y apáticos.Generalmente terminan solos o son abandonados.
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