El rencor y el odio son dos sentimientos muy nocivos que terminan por desequilibrar
nuestra mente y nuestro cuerpo.
nuestra mente y nuestro cuerpo.
El origen del rencor y el odio pueden deberse a muchas razones (insulto, abuso de confianza, engaños, ofensas, maltratos).
Hay que tener en cuenta que todo sentimiento negativo que experimentemos, sobre todo si está presente durante largo tiempo, termina pasándonos facturas y volviéndose contra nosotros mismos, son sentimientos de enfado profundo y persistente que enferman el cuerpo y la mente.
El resentimiento se va acumulando y agrandando hasta que al final se convierte en deseo de venganza.
El odio y el rencor, a la larga, nos dejan un profundo resentimiento y se basan en la necesidad de decir algo que jamás se ha podido decir (o al menos no con la intensidad que la persona desearía). La persona, de cierta manera, se siente defraudada, frustrada y empieza a generar dentro de su mente una serie de ideas negativas en contra de ese enemigo. Con el paso del tiempo, estas ideas incrementan su intensidad y pueden provocar muchos problemas, desde la ansiedad hasta enfermedades psicosomáticas.
De todas formas lo cierto es, que ir por la vida lleno de odio y rencor es como tener que llevar siempre una mochila en nuestra espalda que no nos deja ser del todo felices y que pesa cada vez más y más. Por lo tanto, además de albergar sentimientos negativos y enfermarte, te estás negando la oportunidad de ser feliz. En síntesis, lo veas por donde lo veas, estos sentimientos no generan nada positivo. Por eso lo mejor es trabajar para canalizarlos y eliminarlos de una vez por todas.
tips para tener en cuenta:
- Todos tenemos patrones de conducta que no siempre coinciden con las conductas de los demás.Es decir que, donde algunos ven una ofensa imperdonable, otros pueden considerarla como algo de poca importancia. Y aunque el acto ofensivo en sí haya sido el mismo, recibirá menos daño aquel que piense que menos importante tiene.
-Es importante que si sientes o crees que alguien te ha maltratado injustamente, hables con esa persona al respecto.
- No juzgar, solamente debemos de ser responsables de nosotros mismos, modificando los patrones de asociación y teniendo en cuenta de que si alguien nos defrauda, no significa que las demás personas también vayan a defraudarnos.
-Acepta que todo cambia. El mundo está en constante transformación y las personas con él. Quizás no te has dado cuenta de que esa persona ha cambiado o tiene otras necesidades, solo porque estás demasiado acostumbrado a la imagen que te has construido de él y que ya no se corresponde con la realidad plenamente.
.-Nosotros somos únicos, no cometamos el error de intentar que otros piensen como quisiéramos. Nunca la otra persona podrá ser como necesitamos que sea.
- Ponerse en el lugar del otro (empatia)
Laura Maffia
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