Niño índigo es utilizado en el contexto de la llamada "Corriente de la nueva era"para hablar de niños
que representarían un estado superior en la evolución humana. Quienes sostienen esta hipótesis, se refieren a dicha evolución como un avance espiritual, ético y mental.Hay quienes dicen que estos niños poseerían habilidades paranormales por ejemplo, como leer la mente, mientras que los más moderados sostienen que lo que distingue a un niño índigo de uno que no lo es son rasgos más convencionales, como una mayor capacidad de empatia o una creatividad bastante incrementada.
El psiquiatra pediátrico Russel A. Barkley sostiene que los diecisiete rasgos más comúnmente atribuidos a los niños índigo son tan vagos que «podrían describir a la mayoría de la gente la mayor parte del tiempo», y sostiene además que podríamos estar ante un fenómeno psicológico conocido como "efecto Forer" , (es la observación de que los individuos dan altos índices de acierto a descripciones de su personalidad que supuestamente, han sido realizadas particularmente para ellos, pero que en realidad son generales y suficientemente inespecíficas como para poder ser aplicadas a un amplio espectro de personas.)
La palabra índigo la usan porque dicen que su aura es de color azul, es tomado de Nancy Ann Tappe, una autoproclamada psíquica que sostiene que puede ver el aura en las personas.
La idea de los niños índigo, fue después de un tiempo popularizada por el libro de 1998 The Indigo Children: The New Kids Have Arrived («Los niños índigo: los nuevos chicos han llegado»), escrito por el matrimonio formado por el médium Lee Carroll y su esposa Jan Tober. Carroll dice que el concepto lo obtuvo, conversando telepáticamente con un ser extraterrestre, este fenómeno es considerado un mito porque no tiene evidencia científica aceptable, y es algo que surge en los padres al tener que enfrentar una terapia psiquiátrica medicada para sus hijos.
Tanto la psiquiatría como la psicología, han desestimado la existencia de estos niños, dado que no hay evidencia alguna de su existencia, la creciente ineptitud de los sistemas educativos para tratar la agresividad de ciertos niños y niñas podría haber forzado a algunos padres de niños diagnosticados como hiperactivo a acudir a estas teorías pseudocientíficas, etiquetar a un niño revoltoso como «índigo» retrasa el diagnóstico y el tratamiento que podrían ayudarle.
Laura Maffia
otros artículos que pueden interesarte:
Comentarios
Publicar un comentario