Ir al contenido principal

Delivery de amor


Amores que duran un segundo,fugaces como son esas estrellas a las que le pedimos un deseo, son personas que van de  de alma en alma de cama en cama...buscando lo que creen que les falta, sin darse cuenta o peor aún, dándose cuenta del daño que provocan. 

Esos que dicen estar enamorados muy rápidamente y sólo están encontrando una fuente en donde llenar sus vacíos, sólo quieren que las ausencias no le duelan, son personas con poco amor propio que no soportan encontrarse con sigo mismos, con sus infiernos y con sus ausencias, temen que los lastimen y temen a la soledad.
Confunden otros sentimientos con el amor, se basan en recibir en vez de dar y tienen ese extraño poder de enamorar, creen en amores que no son amores, más bien son una escalera, un apoyo para sí mismos, necesitan que el otro les de importancia, esa importancia que ellos no creen tener, porque estas personas tienen muy baja autoestima, no se aman por lo tanto  no pueden dar lo que no tienen.
Amores que desaparecen antes de tocarlos, efímeros,basados en la falta de compañía, o el relleno de algún agujero.
Para poder amar es necesario primero aceptarse, quererse, estar a gusto solo, "enamorarse de uno mismo"y elegir a alguien sin necesitarlo, solamente para querer estar con esa persona, para compartir, para dar, para aceptar...Eso es amarse sanamente.
Pero no olvidemos que le pasa al que acepta estos amores, esa persona que siempre se cruza con personajes nefastos y devoradores, también tiene poco amor propio y baja autoestima, creen que esto es lo que se merecen porque creen que valer poco, aunque esto es de forma inconsciente. por eso si hemos ido por la vida encontrandonos con estos personajes, hay que pensar cuanto valemos primero y después ver quien merece estar junto a nosotros, recuerden que el delivery alguien lo ofrece pero alguien también lo compra.
Laura Maffia

Otros artículos que pueden interesante

Comentarios

Entradas más populares de este blog

LA TIERRA Y EL AZÚCAR, cuento

El que las hace, las paga. Frases y citas

El que la hace la paga, es un refrán que se escucha decir con frecuencia es una frase vengativa, nuestras malas acciones se pagan En los refranes  encontramos aquello que es conocido como sabiduría popular, a veces encontramos refranes contradictorios como por ejemplo  al que madruga Dios lo ayuda, con aquella otra que la objeta, al afirmar que no por mucho madrugar amanece más temprano. O también por una parte escuchamos decir que sobre gustos no hay nada escrito, enunciado que se ve rechazado en forma contundente cuando se afirma que hay gustos que merecen palos. Dentro del mismo contexto tenemos  el que las hace las paga y su complemento, "el que paga descansa" Aquí está presente no solo la convicción de que los actos perversos traen consecuencias, sino que también alude a un ser trascendente que actúa como Justiciero con castigos y premios, que es como algunos conciben a Dios ¿Que significa: "Quien riendo la hace, llorando la paga. Ley de la vida"? Básicamente t...

El síndrome de Prader-Willi (SPW)

El  síndrome de Prader-Willi  (SPW) es consecuencia de una alteración genética.

Diferentes tipos de parejas

Las distintas formas de relación de parejas que se pueden encontrar son tantos como tipos de personas existen en el mundo, es decir que son muy variados y que cada vínculo podría considerarse único, no obstante se pueden generalizar según determinadas

Los hijos: espejos que nos invitan a crecer

  Los hijos: espejos que nos invitan a crecer Tener hijos es, sin duda, una de las experiencias más intensas y transformadoras que puede vivir una persona. No solo por el amor que despiertan, sino porque en su presencia y comportamiento muchas veces se reflejan partes de nosotros mismos: nuestras luces, nuestras sombras, nuestras heridas no sanadas y nuestros anhelos más profundos. ¿Quiénes son realmente nuestros hijos ? Desde una perspectiva psicológica, los hijos no son un proyecto que debamos moldear a nuestra imagen y semejanza. Son personas en proceso de construcción, con su propia identidad, temperamento, y forma de ver el mundo. Nuestra tarea como madres, padres o figuras cuidadoras no es controlar su camino, sino acompañarlos en el suyo. Muchas veces, sin darnos cuenta, proyectamos en ellos nuestros miedos o frustraciones: el deseo de que no sufran, de que no cometan nuestros errores, o incluso de que logren lo que nosotros no pudimos. Esta sobreprotección o exigencia p...