Puede ser muy complejo definir el término familia. ¿solo incluímos en esta dimensión a quienes comparten nuestra misma sangre? ¿O también a esas personas con quien
construimos vínculos positivos y significativos?
Hablar de familia despierta muchas veces heridas, desilusiones y pequeños rencores. De hecho, en muy frecuente que una de las figuras más complejas y que se dan con mayor frecuencia es la del “padre ausente”.
El padre ausente no es unicamente el vacío físico de una figura que no tuvimos, muchas veces, es también alguien que “aún estando presente fisicamente” no supo o no quiso o no pudo ejercer su rol. Es una ausencia psicológica capaz de originar en el niño distintas heridas emocionales.
El padre ausente emocionalmente, pero presente en la familia, deja huellas psíquicas en los individuos, como falta de ley o autoridad,o una identificación negativa con esa figura parental, el hecho de crecer al lado de una figura paterna que a pesar de estar, es incapaz de dar cariño o reconocimiento, deja un cierto vacío en el corazón de un niño que está aprendiendo a construir su mundo, ahora bien,
Crecer sin padre, sin madre o sin una figura relevante en nuestra infancia debido a un hecho traumático, es algo que siempre arrastraremos, y que deja cicatrices internas que son difíciles de sobrellevar y tramitar en nuestra vida adulta.
Hay que destacar que el peso de la crianza, del cuidado y la educación, recaen en la figura materna sobre todo, pero la falta de padre genera también dificultades en las relaciones del niño que suele comparar “padres ajenos” muy distintos a los que ellos tienen en casa o directamente no tienen.
¿Qué consecuencias genera en la edad adulta la figura del padre ausente?
se puede producir un desapego afectivo que genera inseguridad a la hora de establecer determinadas relaciones.
Hay desconfianza y la idea de proyectar una gran carga afectiva en alguien, genera miedo a ser traicionado, o no reconocido O peor aún,abandonado o ignorado.
Los hijos sobrevaloran a la madre cuando son adultos, y si ya son padres aún más, porque se reconoce el esfuerzo de cumplir dos roles al mismo tiempo.
un padre ausente es un ser con heridas y agujeros emocionales importantes que no le permitieron ejercer un rol "adecuado". Para superar esto se debe observar a esa persona como un niño herido, comprender que hizo lo que estuvo a su alcance de acuerdo a sus posibilidades,hay que evitar almacenar emociones negativas.
valorar tu auténtica familia. La que de verdad importa.
Laura Maffia
Comentarios
Publicar un comentario