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trastornos del sueño (terrores nocturnos)





El sueño es una función vital para el ser humano, no podría vivir sin dormir, es restauradora porque el   sueño ayuda a reparar al cuerpo de las tensiones que sufre durante el día, es
complementaria y fundamental para asegurar la vigilia (el poder permanecer despiertos al día siguiente) y fisiologicamente imprescindible.
El terror,pavor o temor nocturno es un trastorno del sueño, se caracteriza por producir un miedo extremo y un estado de inhabilitación para recuperar la consciencia por completo, la persona no tiene control de sus movimientos.

Se produce generalmente en niños pequeños durante las primeras horas de sueño, en las fases 3 y 4 del sueño NO-REM.

El niño, o adulto, grita de forma repentina, teniendo un despertar de tipo vegetativo con sudoración fría, taquicardia e hiperventilación. Puede ser difícil de despertar y rara vez recuerda el episodio al despertarse por la mañana.

Las crisis recidivantes no son frecuentes y el tratamiento suele estar basado en medidas para tranquilizar al niño por parte de los padres. Tanto el terror nocturno como el sonambulismo son alteraciones del despertar. Por el contrario, la pesadilla se produce durante el sueño REM y provoca un despertar completo con memoria por parte de la persona del suceso desagradable asociado con el sueño. 
Los terrores nocturnos son conocidos desde la antigüedad, aunque era imposible de distinguir estos de las pesadillas hasta que se descubrió el movimiento rápido de los ojos,mientras las pesadillas (malos sueños que provocan sentimientos desagradables de horror o de miedo) son frecuentes durante  la infancia, los terrores nocturnos ocurren con menor frecuencia
 Los terrores nocturnos pueden comenzar entre las edades de 3 y 10 años y por lo general desaparecen durante la adolescencia. Entre adultos ocurre con más frecuencia entre los 20 y los 30 años. A pesar de que la frecuencia y la severidad son diferentes entre los individuos, los episodios pueden ocurrir en intervalos de días o semanas, pero también puede ocurrir en noches consecutivas o varias veces durante una misma noche.
Los terrores nocturnos son en gran parte desconocidos para la mayoría de las personas, creando la noción de que cualquier tipo de ataque nocturno o una pesadilla puede ser confundida y diagnosticada como un terror nocturno
Características
-La característica general de los terrores nocturnos es el desconsuelo. -Durante los episodios de terror nocturno loa personas suelen levantarse sobre la cama en posición vertical, con los ojos muy abiertos, con una mirada de miedo, terror y pánico, frecuentemente gritan, presentan sudoración, respiración y frecuencia cardiaca rápidas (signos autonómicos).
- En algunos casos se presenta actividad motora, similar a un forcejeo o lucha con las extremidades, que puede incluir puñetazos, patadas, balanceos y reflejos de huida.
-Hay una sensación de que la persona trata de huir de una posible amenaza o  protegerse a sí misma de un daño físico.
- Aunque pareciera que los niños están despiertos durante un terror nocturno, ellos están confundidos, inconsolables y no responderán a los intentos de comunicarse con ellos, incluso pueden no reconocer a sus familiares.
-En ocasiones, cuando se despierta abruptamente a una persona con un terror nocturno, puede repentinamente atacar a la persona que lo hizo, lo que puede ser peligroso.
- La mayoría de las personas que sufren este trastorno sufren de amnesia o amnesia parcial al día siguiente del suceso.

 El sonambulismo y los terrores nocturnos son diferentes manifestaciones del mismo desorden o parasomnia.
En niños que padecen terror nocturno, no existe mayor incidencia de diagnósticos psiquiátricos. No obstante, en los adultos que sufren de trastorno de terror nocturno, existe una asociación estrecha con otras psicopatologías o trastornos mentales. Puede haber una mayor incidencia del trastorno de terror nocturno particularmente en adultos que han sufrido el Trastorno por estrés post-traumático o PTSD y el trastornos de ansiedad generalizada.
También es probable que algún trastorno mental  o algunos trastorno de personalidad puede presentarse en personas con trastorno de terror nocturno, tales como: El trastorno de la personalidad por dependencia, esquizoide y el trastorno límite de la personalidad. Se ha observado que en los individuos que han sufrido frecuentes terrores nocturnos se han producido incrementos en algunos de los síntomas de depresion  y la ansiedad  

Los criterios de diagnóstico :

-Períodos recurrentes en los que el individuo se despierta abruptamente gritando.
-El individuo experimenta un fuerte miedo y los síntomas de un despertar autonómico; tales como el aumento de la frecuencia cardiaca, la respiración pesada y el aumento de la sudoración.
-El individuo no se puede ser calmado durante el episodio.
-El individuo es incapaz de recordar detalles del sueño, los detalles del episodio o ambos.
-La aparición del episodio de terror nocturno causa un malestar muy significativo o un deterioro en el funcionamiento de la persona.
-La alteración no se debe a los efectos de una sustancia o condición médica general.
Tratamiento:
 La psicoterapia es muy útil en estos casos, también existen medicamentos que ayudan como el diazepam o clonazepan, que a menudo reducen la aparición de los terrores nocturnos. Sin embargo, en niños, casi nunca se recomienda la medicación para tratar este trastorno.
Tranquilizarse y relajarse casi siempre ayuda a superar este trastorno, hay indicios de que los terrores nocturnos pueden resultar de estar demasiado cansado o de sufrir fatiga crónica, en estos casos, es conveniente cambiar los hábitos de sueño por medio de la creación de un horario fijo,un baño caliente relajante, una distracción como ver television o leer... estos pueden aumentar las posibilidades de un sueño reparador.
Si los terrores nocturnos se vuelven crónicos, existen sugerencias de tratar de despertar a la persona para interrumpir el ciclo del sueño.
                                            Laura Maffia

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