Adicción a la pornografía
En los últimos años, el uso de la pornografía en internet se ha incrementado de forma significativa.
Para los usuarios habituales ver porno es algo entretenido, pero para algunos se convierte en un hábito que genera dependencia y comportamientos compulsivos que no saben controlar.
Hay muchas conductas que inicialmente son sanas, pero que por su forma y consecuencias se vuelven patológicas.
Se destacan por no ser capaz de dejar de llevar a cabo la conducta adictiva a pesar de sus consecuencias. También por tener altos niveles de ANSIEDAD, TRISTEZA, irritabilidad o impulsividad.
La persona adicta a la pornografía visualiza videos e imágenes en el móvil, la tablet el ordenador, la televisión, revistas… sin poder evitarlo
Frecuentemente la persona adicta no tiene conciencia del problema y recurre a justificaciones es realmente complicado que el individuo acuda a terapia.
Habitualmente, las conductas adictivas como esta se realizan de forma compulsiva, se repiten varias veces al día, incluso en lugares inapropiados o situaciones potencialmente embarazosas aunque la situación sea inadecuada, como por ejemplo en una sala de espera o en el trabajo esto conlleva la interferencia en la vida cotidiana o insatisfacción sexual permanente
La persona adicta a la pornografía permanece largos períodos de tiempo visualizando material pornográfico o buscando nuevas fuentes para obtenerlo. En algunos casos, deja incluso de llevar a cabo otras tareas relevantes.
La conducta adictiva puede afectar a la liberación de dopamina en el cerebro que afecta al funcionamiento del lóbulo frontal del cerebro, que es el área encargada de las funciones cognitivas y conductuales, e interviene en nuestro juicio y en el control de los impulsos.
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