Estres en vacaciones de verano
El estrés es una reacción propia del organismo con la que éste trata de adaptarse a nuevas situaciones ambientales.
Físicamente se manifiesta aumentando la velocidad de movimientos, tensando los músculos y movilizando la sangre con mayor rapidez. Pero también tiene un impacto significativo en la respuesta cognitiva, la conducta y el sueño.
Se supone que las vacaciones de verano son para relajarse, desconectar de las rutinas que nos atrapan todo el año, reponer fuerzas y disfrutar de la tranquilidad. Pero no siempre es así.
¿Cómo evitarlo?
Organizar las actividades de los niños. Sus vacaciones son más largas que las de los padres y tienen una mayor demanda sobre ellos.
Por supuesto que hay que pasar tiempo con ellos, pero también deben tener sus propias actividades
Actividades que ayuden a eliminar el estrés (ejercicio físico, salidas con los amigos, etc.).
Muchas veces, además, el calor hace que no se duerma bien. No dormir el tiempo suficiente causará sensación de cansancio y ansiedad al día siguiente; y ello propiciará el aumento del estrés.
Dedicar menos tiempo al móvil, la tablet o el portátil, y dedicarse a lo que realmente importa: descansar y disfrutar.
Ejercicios de relajación. Si se siente estrés puede resultar útil la realización de algún ejercicio de relajación (respiración, visualización, etc.).
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