t.o.c. infantil
Las causas son las mismas que en el caso de los adultos y suelen ser biológicas y psicosociales.
Lo mismo ocurre con los síntomas, aunque estos le afectan especialmente en el colegio y tienen también un impacto significativo en el rendimiento escolar. Así, por ejemplo, puede repetir muchas veces los deberes porque al revisarlos encuentran un error y no basta con corregirlo o borrarlo, sino que el trabajo tiene que estar impecable y perfecto.
También es posible que no sea capaz de utilizar los baños del colegio por un miedo obsesivo a adquirir cualquier enfermedad (una de las ideas obsesivas más frecuentes) o, por el contrario, pasar mucho tiempo en él para lavarse las manos de forma compulsiva.
Uno de los factores que mejoran el pronóstico del TOC infantil es que el tratamiento se inicie lo antes posible. De ahí la importancia de que los padres no confundan los síntomas de este trastorno de ansiedad con manías del niño o cosas que hace para fastidiar.
Al igual que sucede con el TOC en los adultos, en el caso de los niños el tratamiento debe contemplar una doble vertiente: la farmacológica y la de la psicoterapia.
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