Nueva concepcion de inteligencia
Las nuevas concepciones de inteligencia está condicionada por la capacidad del individuo a adaptarse al entorno de forma eficaz, es decir, a desenvolverse con éxito en la sociedad en la que le ha tocado vivir.
No siempre las personas más inteligentes desde la perspectiva del CI son las que mejor se adaptan a la variabilidad y las exigencias.
Superdotado. Es aquélla persona que destaca de forma excepcional en diferentes áreas del conocimiento.
Dotado o de inteligencia superior. Es aquél que tiene un CI superior a 135.
Precoz. En este epígrafe se integran los niños que evidencian un desarrollo intelectual inusual para su edad, lo que no implica que sean o lleguen a ser SUPERDOTADO.
Prodigio. Aquél que demuestra una capacidad fuera de lo común en un área concreta del conocimiento: música, pintura, memoria, etc.
Brillante. Define a quienes destacan en un contexto determinado por su capacidad.
Talento. Es una persona que tiene un rendimiento superior en un campo concreto, sea intelectual, creativo, deportivo, etc.
Excepcional. Se salen de la norma general, en uno u otro extremo.
Todos estos términos definen diversas situaciones de capacidad intelectual por elevación sobre la media o lo que se considera normal.
Otras teorías diferencian entre la inteligencia fluida y la cristalizada. La primera se refiere a la flexibilidad del pensamiento y la capacidad de razonamiento abstracto. La otra, a la acumulación de conocimientos y habilidades a lo largo de la vida.
También hay que sumar lo que se denomina inteligencia emocional y en cuya definición se trata de establecer la influencia de las emociones en la capacidad intelectual.
Hoy los psicólogos y neurocientíficos han adoptado una concepción más darwiniana de lo que es la capacidad intelectual, definiéndola como la capacidad de una persona para adaptarse al medio en el que se desenvuelve de la forma más eficaz, lo que conlleva una gran flexibilidad y capacidad de reacción ante situaciones diferentes y en distintas condiciones y exigencias.
Muy superior. CI igual o superior a 130. En este nivel se sitúa el 2,2% de la población.
Superior. CI de 120 a 129. Representa el 6,7% de la población.
Normal-brillante. CI de 110 a 119. Así es el 16.1% de la población.
Promedio. CI de 90-109. En este intervalo se encuentra el 50% de la población.
Normal-bajo. CI de 80-89. Define al 16.1% de la población.
Fronterizo. CI de 70-79. Lo cumple el 6,7% de la población.
Deficiente mental. CI inferior o igual a 69. En esta situación se encuentra el 2,2% de la población.
La medición del CI se desarrolló inicialmente con el fin de evaluar fundamentalmente los trastornos mentales relacionados con la capacidad intelectual, aunque posteriormente se aplicó a fines educativos tratando de partir de criterios objetivos para evaluar las aptitudes de los alumnos. Pero pronto se demostró que el CI no garantizaba el acceso a lo mejores puestos laborales.
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