Mensaje de Pascuas
Que la presencia del Resucitado se vea en los efectos que produce en nuestro corazón, en nuestro rostro, en nuestras manos.
Cuando todo esto haya pasado, esta experiencia recordará a los hombres de una vez por todas que la humanidad es una única comunidad… Tendremos que ver una vez más las raíces: los abuelos, los ancianos. Construir una verdadera fraternidad entre nosotros. Hacer memoria de esta difícil experiencia vivida entre todos, todos juntos. Y salir adelante con la esperanza que no desilusiona nunca. Estas serán las palabras clave para volver a comenzar: raíces, memoria, hermandad y esperanza.
Que la presencia del Resucitado sea una ayuda para encontrar lo mejor de cada persona y el gusto por compartirlo. Que la presencia del Resucitado avive nuestra capacidad de conocernos con la ayuda de su luz y de discernir los caminos que conducen a la mejor convivencia.
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