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¿Qué es la Onicofagia?



 ¿Qué es la Onicofagia?
La etimología de la palabra viene del griego onyx y phagein que significan uña y comer respectivamente.

A la conducta de “comerse las uñas” de manera repetitiva o compulsiva, se denomina onicofagia y obedece a diferentes razones de índole psicológico. Es más, la Asociación Americana de Psiquiatría califica esta práctica como un trastorno  obsesivo-compulsivo (TOC)

Se trata de un hábito oral, que implica morderse las uñas y lleva a la destrucción de las mismas y a menudo de la piel que las rodea y cutículas.

Se convierte en un problema grave cuando debido a este comportamiento compulsivo, hay sangrado o se desarrolla infecciones en los dedos.

La persona no está a gusto, sin embargo continúa mordiéndose las uñas.

Las uñas protegen cada uno de nuestros dedos y son una herramienta útil que facilita tareas sencillas como tomar un objeto, separar hojas, abrir envolturas o paquetes entre otros. Además, en ocasiones, su aspecto es indicativo de pulcritud y trasmite mucha información de nosotros, en otras palabras, unas uñas bien recortadas y un aspecto sano, indican que la persona se preocupa por su higiene e imagen que transmite a los demás.

Este mal hábito es muy frecuente en ambos sexos cuenta con los porcentajes más altos durante la adolescencia, ya que hasta un 50% de los jóvenes suelen comerse las uñas, una cifra que va disminuyendo a partir de los 18 años, pero puede continuar hasta la edad adulta.



Niños con Onicofagia:

Suele aparecer en la niñez y se presenta como cuadros de ansiedad ocasionados por la presión que sufren los niños en distintos niveles. Así, pasado un tiempo, esta reacción ocasional puede llegar a convertirse en una manía, y solo en la edad adulta, hay quienes llegan a dejarlo por su carácter antiestético, especialmente las mujeres.

Una investigación reciente indica que aquellos niños que se comen o muerden las uñas tienen probabilidades de tener menos habilidades sociales que los que no padecen la Onicofagia. Esta condición afecta a 45%  de los niños de países industrializados.



Causas:

Los diferentes estudios que se han realizado sobre las causas de morderse las uñas, llegan a la conclusión de que la ansiedad es un factor muy importante.

Generalmente este hábito es producido por elementos psicológicos y emociones que superan al individuo. Esto se debe a que para muchas personas esta acción supone una vía de escape ante una situación de nerviosismo o intranquilidad.

Se origina en los estados obsesivos, compulsivos, agresividad o como una manera de calmar episodios de nervios, ansiedad, angustia etc. Cualquiera de estos estados puede desencadenar inconscientemente y de una manera frenética el impulso de comerse las uñas. Así como el estrés, las dificultades para resolver problemas de la vida diaria, ya sea social, escolar o laboral.


Consecuencias

– Problemas bacterianos. Al morderte las uñas de una forma prolongada, estarás trasladando las bacterias y hongos que tengas en las manos y en las uñas hasta la boca. Esto da lugar a un mayor riesgo de sufrir distintas infecciones, ya que la boca y los dientes son la puerta de entrada a nuestro organismo de bacterias, infecciones y enfermedades.

– Desgaste de tus dientes. Si te muerdes las uñas de forma habitual, ese continuo mordisqueo va a erosionar tanto el esmalte como los propios incisivos, mediante microtraumatismos que, en casos extremos pueden llegar a suponer la fractura y astillado de la pieza dental.

– Dolor y problemas en la mandíbula. Este mordisqueo puede producir también, problemas en nuestra articulación temporomandibular, que es la articulación que tenemos entre la mandíbula y el hueso temporal. Esto produce dificultad y dolores al masticar, ya que es un movimiento que la mandíbula realiza de manera forzada.

– Halitosis. Otra consecuencia es el mal aliento, ya que existe un traspaso de bacterias desde la zona interna de las uñas hasta nuestra boca. De manera que entre estas bacterias que llegan a la boca, hay algunas que causan la halitosis.

– Problemas en las uñas. Es habitual también que al morderlas, afectemos a su crecimiento y así provoquemos micro roturas, que harán que se desarrollen irregularmente. E incluso, si las mordidas son muy profundas, sentiremos dolor y escozor en las uñas, sobre todo al asir los objetos.


Como dejar de comerse las uñas:

Lo principal es el tomar conciencia o ver ante que situaciones concretas la persona no puede evitar comerse las uñas y una vez localizada la situación (nervios, estrés, agobio, etc.) tratemos de conseguir que la persona cambie esa asociación mental (nervios = a comerse las uñas) e intentar, introducir otra asociación (mordisquear una fruta, una ramita de alguna planta medicinal (raíz de regaliz o otras plantas comestible).

– Existen en el mercado diferentes productos que se aplican a modo de esmalte trasparente de uñas. Estos ofrecen un desagradable sabor, capaz de conseguir que el contacto con la boca nos resulte poco agradable y rechacemos morderlas.

En el caso de los niños es muy útil el refuerzo positivo, en lugar de castigarlos o gritarles, el felicitarlos cuando no lo han hecho, resulta más eficaz.

En los casos más persistentes se recomienda recurrir a terapia psicológica, ya que la Psicología tiene técnicas de modificación de conducta que ayudará a controlar e identificar qué situaciones disparan los nervios, afrontar la ansiedad y erradicar el hábito.



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